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“Creo que podemos usar nuestro espacio para comunicar la relevancia de vivir con valores. Cada día 500,000 personas usan nuestros transportes y están en promedio 10 minutos en los andenes y 20 en los vagones. Es una excelente oportunidad para inspirar a nuestros usuarios y ser más que solo un servicio de transporte”. Así comenzó el entonces director general de Metrorrey la invitación que nos hizo para apoyarlos en este proyecto.

Y pues claro que aceptamos subirnos al barco, o al metro, para ser más específicos.

Aunque ya se había detonado, esta era una idea difícil de lograr especialmente por estos retos:

• La comunicación que viene de este tipo de instituciones, es obviada u omitida por los usuarios, al ser asociada a priori con proselitismo o mensajes no relevantes.
• El branding de Metrorrey no contaba con la plataforma gráfica necesaria para construir sobre ella una comunicación humana y alejada de lo institucional.
• Los espacios no estaban listos para soportar una comunicación de este género.
• Competiríamos contra la prisa e indiferencia de los usuarios.
• Nuestro expertise gira en torno a lo digital y este proyecto iba a requerir muchas ideas analógicas.

• Nos integramos al equipo de Metrorrey para descubrir cuales eran los valores más relevantes por comunicar. Esto fue un proceso de gran aprendizaje, ya que el cliente tenía en mente muchos valores por comunicar que en el camino se fueron priorizando.
• Tomamos estos valores como pilares de comunicación.
• Diseñamos un sistema visual enriqueciendo los elementos que ya se tenían (paleta de colores, tipografías y otros).
• Definimos un tono de comunicación fácil de adoptar por la audiencia y que fue lo suficientemente corto para existir en espacios difíciles como los vagones.
• Usamos ilustraciones ya que son mejor recibidas por una audiencia tan etérea como la de Metrorrey.

Metrorrey – Nuestros valores (jingle) from Nett Agency on Vimeo.

Metrorrey – Nuestros valores from Nett Agency on Vimeo.

Metrorrey – Nuestros valores from Nett Agency on Vimeo.

• Es muy fácil colaborar en un proyecto relevante cuando el cliente ya tiene la visión y las ganas de trascender. Los procesos se vuelven más fáciles al estar todos alineados a una sola visión original.
• Personalizarnos a la audiencia. Dejando atrás nuestros gustos o supuestos para entender qué es lo mejor para comunicar los valores deseados.
• Lo digital a veces no alcanza. Este fue el más grande paradigma que tuvimos que dejar atrás, ya que lo primero que se nos viene a la mente son estrategias y productos digitales, pero en este proyecto tuvimos que despojarnos de este impulso para reconciliarnos con las soluciones analógicas.
• Tenemos sed de valores. La prisa y los espacios al final no fueron impedimentos para que los usuarios se interesaran en los mensajes que mandamos. Un niño que le pregunta a su mamá “¿por qué ese niño (el de la ilustración) está ayudando a una ancianita?” fue el acierto más grande que pudimos haber logrado.

Ojalá mas personas en puestos de trascendencia se animaran a aprovechar los canales de comunicación que tienen con sus usuarios para aportarles mensajes relevantes para sus días. Nosotros estamos listos para apoyarlos.