En una segunda entrega de Intensamente, el último éxito de Pixar, alguien toca el timbre en casa de Riley. El padre abre y aparece un chico que pregunta por su hija. Ante una situación de ‘amenaza’, en la mente del padre se activa de manera instintiva el ‘huir o pelear’. La Ira toma el mando.
Los suegros en potencia discuten en primer plano el asunto con el chico de fondo, sentado en la sala, a la espera. La madre sube a la habitación de su hija a ver si ‘esto se trata de una cita’, mientras el padre se dispone a enfrentar al intruso. Y es aquí, en el clímax o crisis central que se desarrolla a continuación, donde los guionistas apelan puntualmente a la regla de tres.
Veamos el resultado:
Cabe destacar que la orden del Rojo de Ira en inglés es Engage!, que ha sido traducida aquí como “¡ Ataque!” pero también significaría ‘habla con él’ (engage, in battle, in conversation), ‘rompe el hielo’, ‘dile algo’, aunque solo sea que no lo quieres aquí, que se largue.
Y, por supuesto, es así —no podría ser de otra manera— que se genera el ‘engagement’, la conversación precisamente y el chico y el padre se conectan; el punto climático se convierte en la apertura (los términos punto climático y apertura van a significar siempre lo mismo en cualquier análisis del arco dramático).
Sin embargo, si ves el video de nuevo y te fijas bien, te darás cuenta que esta secuencia de tres se usa varias veces para conformar otras escenas o situaciones que generan otros tantos puntos de inflexión en la historia.
TIP: Usa siempre que puedas esta secuencia de tres; es un recurso muy efectivo. Y de paso, que te sirva de experiencia el padre de Riley: el mejor recurso para conectarte con tu audiencia es la conversación, hallar aquello que nos conecta. Y ahora sí ¡Engage!
¡Conéctate con las Jornadas de Storytelling by Andrés Jorge!