Ideas

Por zam gtz. Hace 7 años En Branding, storytelling.

Phil no entendía por qué lograba vender todas las cajas de tenis que traía en su cajuela. O al menos no en la forma como conocía la práctica de la venta: llena de reglas, métricas, planes, estrategias y artimañas para incluso manipular la compra innecesaria de un cliente.

De por sí eso de vender a Phil no le gustaba mucho, ya sea por su timidez o por sus anteriores fracasos. Como una vez que intentó vender enciclopedias y le fue terrible. Las ventas simplemente no le gustaban.

Pero esta vez era diferente, esta vez se trataba de algo que sí lo emocionaba: correr.

Por eso recorría varias ciudades para asistir a competencias de atletismo y conocer a entrenadores, atletas y aficionados que compartían su pasión por correr. Le encantaba conocer gente loca que también encontraba en el andar de prisa una forma de abrazar el tiempo y no vacilaba en soñar con un mundo animado por esta antigua actividad deportiva.

Esas pláticas eran tan largas que eventualmente llegaba al tema de sus tenis para correr. Unos tenis japoneses que, aunque no eran los mejores, a sus nuevos amigos no les importaba, ellos creían en él y lo apoyaban porque querían acompañarlo en su carrera. Mientras tanto a él apenas le alcanzaba el dinero para sobrevivir y reinvertirlo.

Phil finalmente entendió por qué estaba vendiendo sin vender:

«Yo creía en el correr. Creía que si la gente salía y corría unas millas cada día, el mundo iba a ser un mejor lugar, creía también que lo mejor era correr con mis tenis. La gente, al sentir mi creencia, también quería algo de ese sueño para sí misma. Creer es irresistible».

La gente también empezó a creerlo.
Sus ideas resonaron con miles.
Millones.

Y así nació Nike.

Así nació una de las marcas más importantes de la historia que hoy vale más de $90,000 mdd. y que nos sigue inspirando a mejorar a través del deporte. Una marca cuyas primeras ventas fueron obra de un sueño contagioso.

Ojalá que nuestros proyectos sean concebidos para beneficio de nuestro entorno, como lo hizo Phil Knight con Nike. Y que nuestras ventas sean la consecuencia natural de gente creyendo y sumándose a nuestros sueños.

¡Hola!





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