Ideas

Por Uriel. Hace 8 años En Blog, storytelling.

La abuela de mi primer hijo murió unos meses antes de que él cumpliera cinco años. Ella había estado siempre con él, era su nana. Nuestro hijo nos hizo saber a su madre y a mí: era absolutamente necesario que regresara, teníamos que ir a buscarla. Para empezar, ¿por qué se había ido?

Nosotros mentíamos, además: ¿Cómo alguien podía no estar en ninguna parte?

Nos descubrimos los tres de repente en la intemperie, el desamparo, sangrábamos por las tres heridas que nos había advertido el poeta: la del amor, la de la muerte, la de la vida.

Para el infante significó una violenta entrada en la niñez; para mí, su padre, la confirmación de mi afán de ser escritor: había que explicar la vida, hallarle un significado.

El día en que el ser humano empieza a relacionar los hechos de la realidad con su propia existencia nace la consciencia del sí-mismo, del yo. A partir de ahí, lo sepa o no, su propia vida será una búsqueda de sentido: ¿quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde pertenezco?, ¿qué se espera de mí?, ¿por qué estoy aquí?

Vivir es tratar de entender y tratar de entender es estar vivo. Nunca sabremos qué nos dejará una experiencia en tanto la hallamos vivido. El arco dramático de una historia no es algo creado por el hombre lo traemos instalado; es el arco de la vida misma, la manera en que se nos revela, la forma que tiene de decirnos quiénes somos y a dónde pertenecemos y, a través de los hechos mismos, cómo vivimos.

Ese cómo nos lleverá al qué, la esencia, la sustancia de lo vivido, qué nos dejó una historia, cuál era su sentido. Y ese sentido nos devolverá a la pregunta inicial, la que se esconde detrás de cada historia humana: por qué. Un ciclo vital que se renueva con cada pregunta, con cada historia.

Contamos historias para crearnos y creernos, para ser y estar y hacer entender a los demás y que les importe. Si no tenemos una historia que contar, que cuente y se cuente, no somos nada. Si no tenemos un porqué, entonces ni siquiera somos.

Storytelling es exactamente lo contrario a no estar en ninguna parte, de no saber quiénes somos y por qué estamos aquí.

» Conoce más de Storytelling en el sitio web de Andrés Jorge.

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