Para responder esta gran pregunta, el Estudio de Desarrollo Adulto de Harvard ha estudiado más de 2000 personas desde hace más de 75 años.
Al inicio el 80% de las personas creía que esto se lograba a partir de la riqueza y el 50% con la fama. Pero al avanzar los años, han llegado a la conclusión de que lo que nos permite una buena vida es tener buenas y relevantes relaciones.
El estudio mostró que incluso esto es más determinante en la longevidad que nuestra predisposición genética. La investigación también tumbó la creencia de que al llegar a los 30 no podemos cambiar nuestras personalidades.
No hay tiempo, la vida es muy corta para estar peleándonos y disculpándonos, envidias, resentimientos y pedir cuentas. Solo hay tiempo para amar, y solo por un instante, por así decirlo.
– Mark Twain
Cuando comenzó el estudio a nadie le importaba la empatía. Pero los resultados muestran claramente que la clave para un envejecimiento saludable son las relaciones, las relaciones y las relaciones.
Una de las recomendaciones finales del estudio, es que aunque a veces es fácil aislarnos por nuestras ocupaciones y esto nos lleva a perder contactos relevantes con nuestra gente, tratemos de poner más atención a esas personas para retomar la cercanía.
Aquí te dejo la TED talk al respecto.