¿Por qué algunas nos transforman?
La respuesta está en el storytelling.
Ahora que terminamos de ver el documental The Last Dance, sobre Michael Jordan y los Chicago Bulls, me quedé pensando en la excelencia con que contaron las historias alrededor de una gran historia: la última temporada del legendario equipo.
Detecté varios ingredientes que hacen del storytelling una actividad como ninguna, aquí te cuento las primeras.
Storytelling: una herramienta milenaria para el conocimiento colectivo
Del humano cazador de antaño, al que hoy está por conquistar Marte, hemos compartido conocimiento por medio de historias. Nuestro cerebro está configurado para aprender de esta manera. Quien entiende eso, cuenta historias para inspirar y lograr cambios, sobre este pilar está construido el storytelling.
Cambian los medios pero no el poder del storytelling
Hemos visto la aparición de innumerables formatos y canales de comunicación, pero el valor de las historias prevalece. Sobre todo en esta época de innovación acelerada, cuando vemos muchas herramientas emergentes que propician la reinvención de formatos. Sin embargo, el storytelling bien hecho siempre estará ahí, una buena historia puede adoptar nuevas capas de presentación, pero el núcleo es el mismo.
Lo decía Galeano, lo han dicho muchos. Y es que todos hemos sido formados a partir de historias:
Ponle mucho drama a tus historias y termina siempre con un final feliz e inspirador. Así obtienes atención y generas empatía a través del cortisol y la oxitocina.
Platicaremos más de storytelling, de cómo construir historias, de la neurociencia que lpor lo pronto seguimos disfrutando The Last Dance.